jueves, 4 de diciembre de 2014

Ayotzinapa

De repente me vuelvo como muchos y comienzo a divagar en cosas, en momentos, en fin en cosas sin importancia.. de repente me siento cansada, agotada… triste… sintiendo que ya no puedo más… luego leo, me informo, me acuerdo y se me llena la mente y el corazón de emociones encontradas… quisiera de repente apartarlas de mi… pero me es imposible olvidar… me dejo muy marcada una marcha por Ayotzinapa a la que asistí con dos de mis hermanos… en la que encabezaban los padres de los Normalistas desaparecidos… recuerdo con que con el valor que los caracteriza hasta ahora, recorren las calles más que otra cosa, pidiendo ayuda, gritando “auxilio”, con la fuerza que les queda, exigiendo justicia!!... algo prometido ya desde hace mucho para los Mexicanos.
Recuerdo con gran dolor como simplemente el nudo en la garganta que sentimos todos los asistentes… el lugar se convirtió en un lloro por dentro…de esos que duelen… sin más remedio y sin más que hacer que agachar la cabeza… y hundirse en una mirada perdida. 

Mi hermano simplemente lloro… por otro lado… los adultos sintiéndonos  más fuertes nos aguantamos… tragando saliva ante el dolor…

A veces quisiera ser de esas personas a las que no les interesa nadie… luego recuerdo mis raíces y me rehusó a perder esa inocencia…